China, India y México son sin duda los primeros países en los que pensamos cuando hablamos del sabor picante. Para muchos, la cocina colombiana no es característicamente picante y por lo tanto quizás sus ajíes o chiles no son emblemáticos.
Sin embargo, Colombia hace parte de la cuenca amazónica: región donde nacen todos los chiles del mundo. En efecto, las comunidades indígenas a lo largo de nuestros ríos tienen producción casera de chiles de diferentes variedades y hacen sus propias mezclas deshidratadas para usar en su cocina y en sus rituales.
Además de ser parte de la cuna del ají, Colombia presenta una ventaja agrícola frente a otros productores de chile del mundo y es el hecho de tener una oferta exportable todo el año. Su ubicación geográfica tropical y los diferentes pisos térmicos, permiten sembrar y producir todo el año, mientras que los grandes productores de ají tienen unicamente dos o tres ciclos de cosecha. En un momento en el que los mercados son dinámicos y la demanda de ají está en crecimiento, tener producción durante todo el año es una ventaja competitiva importante.
Esta ventaja agrícola es la que hoy en día pone a Colombia en el mapa del mercado de chiles en el mundo. En nuestro trabajo en la producción de ají desde 1976 hemos crecido considerablemente nuestras áreas de siembra y las variedades que estamos ofreciendo. Todas las semanas del año recibimos material cosechado y todas las semanas exportamos contenedores hacia múltiples destinos en distintos continentes. Constantemente estamos proyectándonos hacia nuevos mercados internacionales de chiles de especialidad con variedades como el Habanero, Jalapeño, Amarillo, Serrano y Cayena.