Nuestra empresa no compra chiles o ají a cultivos ya existentes; nuestro modelo de negocio se basa en llevar a cabo contratos agrícolas con agricultores o pequeñas asociaciones en Colombia y Perú, que nos permitan tener la trazabilidad de principio a fin.
Con cada agricultor firmamos un contrato asegurando un precio por kg. fijo, y estable, y además garantizamos la compra de la totalidad de las cosechas bajo exclusividad con nuestra empresa. Así mismo, proveemos nuestras semillas, material de alto valor genético. Aportamos acompañamiento técnico por parte de un equipo con una gran experiencia quienes además de prestar un servicio personalizado para las necesidades de cada plantación, proyectan las posibles producciones, inversiones y gastos de cada cultivo, con el fin de obtener eficiencias en cada uno, cumpliendo al mismo tiempo las normas internacionales más estrictas en el uso de químicos.
Nos mueven los conceptos que giran en torno a la sostenibilidad: en el aspecto ambiental, promovemos la reducción en el uso de plásticos, la gestión sostenible del agua, y contamos con un paquete tecnológico que garantiza estándares de calidad para las exigencias normativas mundiales; en el aspecto social, enseñamos a los agricultores nuestra experiencia para que el ají, alternado con otros cultivos, sea sostenible en el tiempo y continúen siendo nuestros proveedores por años. Así mismo, todo lo que se siembra, está vendido, de tal forma que nuestros agricultores nunca tendrán la preocupación de que incumplamos sus contratos. Y, por último, en el aspecto económico, la sostenibilidad de nuestra empresa y del desarrollo de nuestros agricultores está garantizada por las relaciones a largo plazo y de confianza que generamos con nuestros clientes.
Este modelo que hemos fortalecido por más de 45 años de existencia, ha construido relaciones fuertes con toda la cadena de valor de nuestro negocio. La prueba de esto es el tiempo que nuestros agricultores y clientes más grandes nos han acompañado.
