Ventajas

La práctica de la fermentación como conservante natural se remonta a la prehistoria; con esta el alimento se convierte en más digerible y sus nutrientes, más asimilables para el organismo. Con esta práctica nacieron los panes, las bebidas fermentadas, las carnes curadas, y muchos otros alimentos que hoy hacen parte de nuestra cotidianidad.

La fermentación además, es una de las herramientas de conservación que no requieren refrigeración o productos adicionales conservantes, convirtiéndose así en un método ahorrador de energía y promotor de la sustentabilidad para el planeta.

Fundamentan en las Buenas Prácticas Agrícolas, Buenas Prácticas de Manufactura y en el control de los puntos críticos específicos para cada proceso. Transformamos los frutos del campo en productos de calidad seguros, y ajustados a las especificaciones de los clientes, cumpliendo siempre con todos los requerimientos legales y ambientales de las normas internacionales más estrictas.